Los perros siempre han sido conocidos como los mejores amigos del hombre. Desde hace siglos han formado parte de nuestras vidas y de nuestra cultura. En México se encuentra una raza canina nativa conocida como perro lobo mexicano o calupoh, un perro autóctono que ha sido objeto de estudio y admiración por su belleza y fidelidad. En este artículo hablaremos sobre esta raza, su historia, características, cuidados y su importancia en la cultura mexicana.
El perro lobo mexicano es una raza autóctona de México que data desde la época prehispánica. Actualmente surge como un híbrido entre el lobo gris y otras razas de perros, aunque dichos cruces se llevaron a cabo dentro de nuestro país. Originalmente en la época prehispánica eran sacrificados en ceremonias religiosas, debido a su condición de gran depredador. Como dato interesante, en el año del 2017 el INAH (Instituto Nacional de Antropología e historia) descubrió una ofrenda en la plaza mayor de la Ciudad de México, restos de ejemplares de estos canes, cubiertos con piezas de oro. Tiempo atrás ya se habían aparecido vestigios en el templo de Quetzalcóatl y la pirámide de la luna de Teotihuacán. Con la llegada de los españoles a México, la población de estos perros disminuyó drásticamente debido a la introducción de razas de perros europeas y al exterminio que sufrieron por parte de los conquistadores.
A mediados de los años noventa un grupo de expertos en perros mexicanos comenzó a dedicarse a la investigación, crianza y conservación de esta especie, con el fin de hacer un rescate cultural e histórico. En el año de 1999 fue posible identificar al primer ejemplar de esta especie y fue reconocido como la tercera raza de perros mexicanos, después de la raza chihuahua y xoloitzcuintle.
El perro lobo mexicano es un animal imponente y majestuoso, se asemeja a un lobo americano. Es un perro de notable tamaño, ligeramente patilargo, de cuello fuerte y cabeza grande, con orejas rectas en forma de triángulo. Tiene un hocico alargado y dientes fuertes. Sus ojos son grandes y almendrados que pueden ser de color amarillo o negros, lo que le da una mirada penetrante y expresiva. En cuanto al tamaño, la altura de la cruz en machos va de los 62 cm a los 75 cm y en hembras de los 58 cm a los 70 cm. Su manto es largo medio y textura áspera, el color preferente negro o negro ahumado. Algunos adultos se tornan plateados igual que su antecesor el lobo.
El perro calupoh es una raza noble, fiel, estable y muy tolerante. Convive fácilmente con otros perros, personas y niños. Es un perro muy ágil y dinámico.
Sus cuidados son muy parecidos a otras razas. Son animales muy activos que necesitan mucho espacio para correr y jugar. Es importante que tengan un área grande y segura para que puedan hacer ejercicio y gastar su energía. También necesitan una dieta equilibrada (evidentemente debido a su tamaño requiere cantidades más grandes de agua y comida), además de una buena higiene dental. Como cualquier perro requiere sus visitas rutinarias al veterinario para procurar su salud y bienestar en todo momento.
El calupoh ha formado parte de la cultura mexicana desde hace siglos. Se han encontrado vestigios de esta raza en sitios arqueológicos importantes, esto demuestra que este perro era un animal que poseía un significado importante que lo relacionaba con los ciclos de la lluvia, la fertilidad, la fortuna y la agricultura. Por estas razones, en la actualidad el perro lobo mexicano es una raza apreciada y de la cual debemos sentirnos muy orgullosos.
El perro lobo mexicano es una raza de perro autóctona que ha existido desde hace muchos años en México. Aunque su población se vio disminuida tras la llegada de los españoles, actualmente este perro ha sido rescatado genéticamente para conservar sus características puras y seguir siendo considerado como uno de los símbolos de nuestra cultura. No obstante, es importante destacar que el cuidado de esta raza requiere de una atención especial por parte de las personas, por lo que es fundamental informarse bien sobre sus necesidades y debemos estar plenamente conscientes de la responsabilidad que implica adquirir un ejemplar como mascota.
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