El Labrador Retriever es una de las razas más populares e inteligentes del mundo. Su capacidad para socializar y adaptar su conducta a las necesidades humanas es tal que se utiliza en diversas tareas que van desde lazarillo, rescatista, perro policía hasta compañía de niños.
Pero ¿cómo saber si tu perro es un labrador de raza pura? Estas son algunas formas en las que puedes hacerlo.
Para saber si tu perro es un labrador auténtico debes conocer las características de esta raza.
Altura: Un perro adulto mide de 57 a 63 centímetros, aunque las hembras miden entre 55 y 60 centímetros, en promedio.
Peso normal: 29 a 36 kilogramos en machos y 25 a 32 kilos en hembras.
Color: La gama de pigmentación de un labrador va del blanco al negro, pasando por marrón, beige y pelaje en dos capas, de largo a mediano.
Porte y forma: Tiene un cuerpo esbelto, cráneo ancho, cola de longitud media, con pigmentación en torno a los ojos y nariz. Tiene orejas largas de color puro.
La Federación Cinológica Internacional tiene una gama de colores muy específica para considerar la pureza de raza de un perro labrador: el negro puro, el color hígado/chocolate y el amarillo o beige; pero estos últimos se aceptan en tonalidades diversas.
Además, el estándar del “labrador ideal” acepta la aparición de una mancha blanca pequeña en la zona del pecho. La pigmentación de cada color, a su vez, tiene su historia.
Por ejemplo, según esta federación, el color chocolate de los labradores comenzó a aceptarse como característica de su pedigree, hasta el siglo XX. A pesar de que los labradores comenzaron a registrarse como raza pura alrededor de 1800.
Las gamas de pigmentación en el pelaje de los labradores dependen, como en todas las especies, de la expresión de cierto gen. En el labrador retriever existen cuatro genes distintos responsables de esto:
El ben B, así con mayúscula, transmite el color negro. Actúa como gen dominante cuando se trata del color chocolate o como recesivo sobre el color amarillo.
Gen b, es un alelo que transmite el color chocolate y es recesivo sobre amarillo y negro.
Gen E, no transmite color, pero permite anular la dominancia del amarillo.
Gen e, es un alelo hipostático que permite, al contrario que el anterior, la dominancia del amarillo.
En el caso del labrador blanco, hay perros parcialmente albinos o puramente albinos. En muchos de ellos se perciben incluso las venas. Los ojos pueden ser de color azul o rojizo.
Si conoces a los dueños de los procreadores de tu mascota, puedes preguntarles acerca de la existencia de un árbol genealógico que certifique que se tratan de labradores auténticos.
Si lo adquiriste en una tienda de mascotas, ésta debería tener la información relacionada con la ascendencia de tu mascota. Hay tiendas que tienen certificados de pedigree o aval de clubes internacionales.
Otra vía, tal vez la más directa, es realizar una prueba genética que te indique a qué raza pertenece tu perro. Pero además del linaje, la prueba de ADN arroja datos sobre enfermedades hereditarias, rasgos de comportamiento, entre otras ventajas.
Hay laboratorios especializados en análisis genéticos no solo para perros, sino también para gatos, caballos y otro tipo de animales.
Conocer el grado de pureza de tu labrador tiene diversas utilidades. Por ejemplo, puedes registrar a tu perro en clubes internacionales e iniciar crianza de labradores con pedigree certificado.
Otra ventaja es que puedes saber tanto sus puntos fuertes como débiles, en cuestión de salud. Dependiendo de la raza hay perros que son más o menos susceptibles a problemas fisiológicos, de respiración o incluso alergias o intolerancia hacia ciertos alimentos.
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