El moquillo, distemper o enfermedad de Carré es una patología causada por un virus que afecta de manera especial a los perros, pero también al hurón y otras especies no tan relacionadas con los humanos.
El moquillo es conocido como la enfermedad de los mil síntomas, pues los perros suelen presentar diversas afecciones respiratorias, oculares, digestivas e incluso neurológicas. Ante el dolor que provoca a los animales, es necesario un tratamiento paliativo.
Entre los síntomas más comunes, un perro con moquillo sufre fiebres recurrentes, pérdida de apetito, decaimiento general, pérdida de peso, deshidratación, secreción nasal, tos, dificultad respiratoria, edema de córnea, conjuntivitis acompañada de lagañas, convulsiones, parálisis, vómitos y diarrea.
No todos los perros presentan la totalidad de los síntomas, pero la hipoplasia o falta de esmalte dental es un signo que aseguraría que tu perro padece distemper. Para asegurarte, existen pruebas de laboratorio que pueden corroborar las sospechas.
Desafortunadamente, no existe un tratamiento farmacológico capaz de curar el moquillo, pues este suele ser mortal. Los perros que sobreviven presentan daños permanentes e irreparables en el sistema nervioso, según la Asociación Médica Veterinaria Estadounidense.
Existen tratamientos que servirán para aminorar el dolor y las molestias de tu perro, si es que el veterinario ya diagnosticó la enfermedad.
En la mayoría de las ocasiones, un tratamiento completo requiere la hospitalización de los caninos. Debido a la deshidratación, es importante aportar fluidos por vía intravenosa.
Posteriormente, si mejora la salud de tu perro, conviene someterlo a una dieta de fácil digestión y de considerable aportación energética.
El uso de antibióticos deberá ser determinado por el veterinario de tu perro. Estos sirven para atacar a las bacterias “oportunistas” que afectan el tracto respiratorio y digestivo de tu mascota.
Si tu mascota sufre convulsiones, también tendrá que tomar medicamentos para aminorar su aparición.
Considera la posibilidad de la eutanasia para evitar el sufrimiento de tu perro.
Si tienes más perros en casa, es importante aislarlos por un tiempo e incluso llevarlos a un sitio seguro. El moquillo es un virus débil, pero que es contagioso entre los caninos.
Los cachorros menores a los cuatro meses y los perros no vacunados son los más vulnerables al virus que causa el moquillo. De hecho, una hembra puede transmitir el virus a sus propios cachorros a través de la placenta.
Por eso es importante vacunar a tu mascota en cuanto tengas la oportunidad. Esta práctica es la más efectiva para evitar una infección.
Si un perro tiene o tuvo moquillo, es importante limpiar el área que habita con detergente o cualquier otro artículo convencional de limpieza.
Ojo. Cuando un perro tiene moquillo y está bajo tratamiento es capaz de transmitir el virus durante varios meses.
El moquillo se propaga principalmente a través del aire, cuando los perros infectados estornudan o tosen. Pero también se puede transmitir cuando un animal sano usa el traste o tazón de comida que utilizaba un perro infectado. Lava todos esos artículos incluso antes de desecharlos, para evitar que el virus siga circulando.
Considera que el moquillo también puede afectar a especies de la vida silvestre como los mapaches, zorros, lobos, coyotes. En este sentido, debes evitar que tus mascotas convivan libremente con estos animales.
Si tienes hurones, por ejemplo, también debes vacunarlos, pues estos también pueden transmitir el virus que causa el distemper a los perros.
Evita, en la medida de lo posible, que tu perro conviva con perros potencialmente no vacunados. Principalmente cuando vayas al parque a pasear.
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