Para nadie es un secreto que la avena es una fuente de múltiples nutrientes.
Es fuente de carbohidratos, vitaminas, minerales y proteínas.
Además, este cereal ha demostrado gran utilidad para aliviar trastornos digestivos en seres humanos.
Las preguntas aquí son: ¿los perros pueden comer avena? ¿Es este cereal tan nutritivo para ellos como para nosotros? ¿Será peligroso para su salud?
Te contamos.
Primero, es importante que sepas que sí, los perros sí pueden comer avena.
Y no solo eso, sino que la avena es un alimento ideal para perros con problemas de irregularidad intestinal y también es segura para perros que son alérgicos al gluten o al trigo.
Sin embargo, hay muchas cosas que debes tomar en cuenta antes de darle de comer avena a tu perro.
Pero aquí te contaremos todo lo que debes saber sobre avena y perros.
Además de ser una gran alternativa al gluten, la avena tiene muchos otros beneficios. Es fuente de nutrientes, minerales y antioxidantes como vitamina A, B, zinc, fósforo, hierro, calcio, cobre y magnesio.
La fibra que contiene la avena ayuda a regular los movimientos intestinales de su perro, y también sus niveles de glucosa en sangre.
Mantener equilibrados los niveles de glucosa en la sangre de tu perro contribuye a reducir el riesgo de que se enferme del corazón, padezca diabetes o que sus niveles de colesterol suban.
Algo que es muy importante destacar es que antes de darle cualquier alimento nuevo a tu perro o algo que no forme parte de su dieta regular, consultes con un veterinario.
En el caso de la avena, es recomendable en perritos que tienen problemas es estreñimiento por su alto contenido en fibra, pero también existen algunos perros que son sensibles a la fibra.
Así como te hemos contado sobre otros alimentos para humanos que puedes darle a tus perros, la avena también tiene sus particularidades, y tienes que saberlas antes de dársela de comer a tu perrito.
Para empezar no es recomendable dársela en hojuelas sin cocinar.
¿Por qué?
Las hojuelas secas y sin cocinar pueden ser un peligro de asfixia para tu perro.
Así que nunca debes servirla cruda y tampoco espolvorear encima de sus croquetas o de su comida blanda.
Además de ser difícil de masticar y deglutir, la avena cruda también es difícil de digerir para tu perro.
Y recuerda que debes cocinarla solo con agua. No agregues azúcar, leche ni cosas como pasas, nueces o semillas.
Una dieta con exceso de azúcar puede ser dañina para tu perro.
Los lácteos tampoco son recomendables para los perros porque su sistema digestivo no está listo para digerir la leche (salvo la leche materna, y deben dejarla cuando dejan de ser cachorros).
Es recomendable que si le vas a dar avena a tu perro procures que esta sea integral.
Los cereales procesados pueden no tener los mismos beneficios de los que ya hablamos.
Si te preguntas cómo diferenciar la avena integral de la que no lo es, debes fijarte en el grano.
La avena integral tiene toda la fibra y no está procesada. O sea, el grano de avena está entero.
La avena procesada o instantánea está refinada y no tiene su fibra exterior.
Es muy importante que tengas en cuenta que debes darle porciones pequeñas, ya que se calcula que una taza de avena cocida contiene alrededor de 150 calorías. Y esto puede exceder la cantidad de calorías que los veterinarios recomiendan que tu perro consuma diariamente.
Una o dos cucharadas de avena cocida con agua pueden ser una buena cantidad para introducir este alimento en la dieta de tu perro.
Ahora, también es importante señalar que la avena ni ningún otro alimento para humanos debe sustituir la dieta regular de tu perro.
Si deseas agregarle otro elemento que le dé más sabor a la avena para que tu perro se la coma puede ser: algunas frutas como manzana y mango, o mantequilla de maní sin azúcar.
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