Además de ser una de las frutas más ricas, las fresas son un alimento con muchos beneficios para la salud de los humanos.
Tienen propiedades antioxidantes, mejoran la salud gastrointestinal, y ayudan a mantener en buenas condiciones la salud bucal.
Además, las fresas son ricas en vitamina E y vitamina C, fibra, ácido fólico, hidratos de carbono (fructosa y glucosa) y potasio.
Son un gran alimento, pero el tema que nos concierne aquí es. ¿Pueden los perros comer fresas?
La respuesta es: ¡Claro que sí!
Las fresas no representan un peligro de toxicidad para tu perro y eso es una buena noticia.
Pero vayamos más allá
Sí, pero ya sabes, lo ideal y la clave para mantener a tu perro en un buen estado de salud es la moderación.
Al igual que con los humanos, las fresas ofrecen múltiples beneficios a los perros por los antioxidantes y vitaminas que contienen.
Las propiedades de las fresas pueden ayudar a retrasar su proceso de envejecimiento, fortalecer su sistema inmunológico y además son buenísimas para blanquear los dientes de tu perrito y ayudar a su salud bucal.
Aunque cabe aclarar que darle fresas a tu perro no debe sustituir su limpieza dental habitual.
Como ya te contamos las fresas no contienen ningún elemento que sea tóxico para los perros.
Lo que sí puede ocurrir es que tu perro sea alérgico a las fresas.
Para descubrir si tu perro es alérgico a ellas, dale una porción muy pequeña a comer. Si notas alguna reacción como: vómito, diarrea, mucha sed o que se rasque mucho, llama al veterinario porque es probable que sí sea alérgico.
Si tu perro no tiene ninguna de estas reacciones, entonces puedes incorporar la fresa a su dieta.
Tampoco es recomendable darle fresas a tu perro si es diabético por la cantidad de azúcar que contienen.
Lo que te recomendamos es que siempre que incorpores un alimento nuevo a la dieta de tu perro, hables antes con tu veterinario para que te guíe y te dé las mejores opciones tomando en cuenta su edad, peso y salud general.
Es muy importante que antes de darle fresas a tu perro las laves y las desinfectes bien con agua y con jabón, como si fueran para consumo humano.
También es recomendable que retires el tallo, ya que puede constituir peligro de asfixia.
Si consideras que una fresa no tiene el tamaño adecuado para que tu perro se la pueda comer sin correr peligro de asfixia, te recomendamos que la cortes en trozos pequeños o, incluso, puedes hacerla puré.
Como hemos mencionado en artículos anteriores en la dieta de los perros se recomienda que el 10% esté compuesto por calorías.
Una fresa pequeña tiene cerca de dos calorías, mientras que una mediana tiene cuatro.
Con esa información puedes darte una idea de cuántas fresas le puedes dar a tu perro.
Absolutamente no. Darle a tu perro fresas enlatadas, congeladas o en almíbar puede dañar gravemente su salud.
No solo por la gran cantidad de azúcares que pueden contener, sino por los aditivos y conservadores que les agregan en el proceso de envasado y para conservación.
Así que si no es temporada de fresas, resiste la tentación de darle a tu perro estas variantes.
Los especialistas señalan que las fresas enlatadas o en almíbar pueden contener edulcorante artificial xilitol, el cual puede ser mortal para los perros.
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