Los gatos tienen una personalidad muy particular e impredecible, pues a veces se muestran cariñosos, y en otras, no tanto. Quien tiene en casa a un pequeño felino seguramente le ha pasado que cuando quiere acariciarlo éste le muerde sin aparente provocación. Así que debes saber que hay muchas razones por las que tu gato comienza a morder. En el siguiente video te mostramos algunas razones por la que tu gato lo hace y no siempre es por agresión.
Si quieres puedes ver el vídeo de este artículo.
Los gatos tienen una personalidad única que los aparta (de cierto modo) del resto de los mamíferos que el ser humano ha logrado domesticar. Algunas personas consideran esto muy atractivo, para otras, no tanto. Hay quienes afirman que este particular carácter gatuno hace de ellos la mascota perfecta. Su naturaleza enigmática, y al mismo tiempo, sosegada los hace más atractivos, no obstante ese mismo carácter es lo que los hace difícil de predecir: a veces muestran un rasgo de personalidad y después otro. Así que de lo único que podemos estar seguros es:
Un gato puede morder por diversas razones: cuando está en peligro, por predisposición genética, como resultado de un simple juego, o bien, para demostrarnos su cariño. La conducta de los gatos frente a estos estímulos es diferente en cada caso. Como ya sabemos depende mucho de su carácter. A continuación te describiremos las cinco razones más frecuentes por las que tu gato reacciona con una mordida.
Puede producirse una estimulación desde una etapa muy temprana. Esto significa que es el resultado de un aprendizaje obtenido desde que era un cachorro y el dueño ha reforzado este comportamiento en lugar de detener el juego. El animal comienza a relacionar estos juegos como algo cotidiano y lo continúa haciendo en su edad adulta.
Los gatos tienen la capacidad de formar un fuerte vínculo con sus dueños y mostrarse muy cariñosos, sin embargo, esta particularidad depende mucho de su genética y de sus primeras experiencias con las personas. Los gatos domésticos requieren de nuestra atención y cariño, pero prefieren recibirlos bajo sus propios términos.
Los gatos muchas veces disfrutan de las muestras de cariño o caricias, pero en ocasiones huyen de éstas o las rechazan y es frecuente que muerdan. Los mordiscos son parte de su naturaleza, sin embargo, cuando estas mordidas suben de intensidad y surgen después de una caricia es cuando se vuelve frustrante para los dueños de la mascota.
Cuando se ve en peligro o se siente amenazado. En estos casos morder es una reacción de autodefensa. También puede usar sus uñas para atacar.
Los gatos disfrutan de las caricias, pero hasta cierto punto. Es su manera de decir: “Basta humano”. Cada individuo, incluyendo los humanos, tienen preferencias entre lo que les gusta y lo que no. Así sucede con tu gato, simplemente delimita su nivel de tolerancia ante lo que no le gusta. Por lo que nosotros debemos distinguir dicho límite.
Primera regla: debemos dejar que nuestro gato se acerque a nosotros, sin forzar la situación. Es muy sencillo reconocer cuando nuestro minino quiere mostrarnos su afecto, comienzan a restregar su cabeza en nosotros y éste es el momento ideal para hacerle algunas caricias a nuestro amigo.
Es importante prestar atención a los hábitos y al comportamiento que va adquiriendo nuestro felino mientras interactuamos con él. Sólo así podremos asegurarnos de que está cómodo.
Si un gato se muestra agresivo, y muerde sin alguna de las razones anteriores, puede estar pasando por un episodio de agresividad o estrés felino. También debes saber que existen algunas afecciones médicas que hacen que un animal reaccione al tacto, como un dolor derivado de una lesión previa o un malestar físico. Lo mejor que puedes hacer en estos casos es llevarlo con un médico veterinario para su valoración.
Las siguientes recomendaciones ayudarán a prevenir las mordidas de tu mejor amigo. Lo principal es tener paciencia y calma:
Seguir estas recomendaciones probablemente harán que tu gato disfrute más de esas muestras de cariño sin necesidad de agresiones. Cada gato tiene sus propias preferencias y debemos respetarlas. Lo importante es mejorar el vínculo con tu mascota y con el tiempo ambos disfrutarán de los cariños respetando, siempre, las necesidades de ambos.
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